En vez de concentrarse en mejorar el sistema acusatorio, parecería que el objetivo es revertir sus escasas contribuciones
En México no existe la justicia. Así de simple y de terrible: la justicia es una quimera, un anhelo, una palabra vana, un engaño, un espejismo. Vivimos, literalmente, en un país sin justicia. Solo el diez por ciento de los delitos que se cometen son denunciados y, de ellos, apenas en torno al cinco por ciento terminan resolviéndose. El índice de impunidad, establecido por la organización México Evalúa, ronda el 95 por ciento tanto a nivel federal como estatal. ¿Qué significa esto? Por un lado, que, si uno ha sido víctima de un delito, denunciarlo es un acto casi inútil. Y, por el otro, que, si uno ha cometido un delito, lo más probable es que no pague por ello.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.