Lo que vimos ayer, estimados amigos, que equivale a una carnicería despiadada de destrucción de valor en la Bolsa Mexicana de Valores, es una consecuencia -repetible- de las distorsiones causadas por un Gobierno (el de Estados Unidos) que rescató a sus empresas dañadas por la pandemia, y otro Gobierno (el mexicano) que decidió no hacer nada y permitir que el freno global a la actividad económica golpeara con toda su fuerza a las empresas mexicanas. Dicho de otra forma: México está en remate, mientras empresas extranjeras fueron fortalecidas por el apoyo de su Gobierno y políticas de relajación de crédito, como ocurrió en Norteamérica.