CULTURA

Conquista Lang Lang a mexicanos

Érika P. Bucio

Cd. de México (24 junio 2014) .-12:33 hrs

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Salió al escenario con la camiseta roja de México puesta y ofreció en el piano el prometido encore con el Intermezzo de Manuel M. Ponce.

Fue el gesto de despedida de Lang Lang, con el número 10 estampado en la espalda, ante un público desbordado, que llenó anoche el Palacio de Bellas Artes.

Cuando Lang Lang terminaba la Balada núm. 4 en fa menor de Chopin, hizo una pausa y dirigió la mirada al público. Era la señal esperada. Tocó las últimas notas y la ovación estalló.

El pianista chino se levantó del piano Steinway y abrió los brazos en agradecimiento.

"¿A poco no es fantástico'", corroboraba una mujer con su acompañante, ajena a las críticas al pianista que le reprochan sus ademanes y gestos excesivos al tocar.

Lang Lang cerró con las sonatas de Mozart y las baladas de Chopin una jornada de puro futbol. No faltó quien llegara al concierto conmemorativo por los 80 años del Palacio de Bellas Artes con la camiseta de la selección mexicana todavía puesta.

En los palcos estaban el presidente del Conaculta, Rafael Tovar; la directora del INBA, María Cristina García Cepeda; y el presidente de El Colegio de México, Javier Garciadiego.

Entre el público había políticos como el presidente del PAN, Gustavo Madero, y el senador Javier Lozano.

Por petición expresa de Lang Lang sólo se permitió hasta el intermedio la entrada a quienes no llegaron a tiempo a la cita. Afuera los revendedores todavía intentaban deshacerse de los últimos boletos minutos en el arranque del concierto.

En la explanada de Bellas Artes, unas 400 personas pudieron seguir la transmisión del concierto en alta definición. Ocuparon las sillas instaladas bajo una carpa -cuyo techo estorbaba la vista para los espectadores de las últimas filas- para seguir a través de una pantalla gigante la transmisión del concierto en alta definición y un sonido impecable.

El aguacero que durante el día había azotado la ciudad, ofrecía por fin una tregua. Volvería para el tramo final del concierto.

En el vestíbulo, se ofrecía a la venta en 200 pesos el CD de Lang Lang con la Filarmónica de Berlín, dirigida por Simon Rattle.

"Con ese hombre, lo que sea", decía una mujer mientras sacaba del bolso la cartera.

Afuera, los ambulantes también ofrecían sus mercancías: el DVD pirata en 50 pesos.

La lluvia caía otra vez.