Imaginen ustedes a un organillero, que después de ahorcar a su changuito con el fin de no darle de comer ¡le exige que siga pidiendo monedas mientras él toca! ¡Está camión!, como suele decir la compañera Estaca Brown. Y esto, precisamente, es lo que pretende el Gobierno mexicano cuando formula un "exhorto" para que las empresas (PYMES y GYGas, esto es, pequeñas y medianas, así como grandes y gigantes) DEJEN de operar, pero al mismo tiempo paguen el 100 por ciento de los salarios. Ello, más la renta, impuestos y otros. ¿Con qué dinero?