Cómo inflar una rana
Mario Rizo EN REFORMA
3 MIN 30 SEG
04 noviembre 2021
Esopo fue uno de los grandes fabulistas de la historia, y un genio que, además de sabio, era breve. Una de sus fábulas más cortas también es una de mis favoritas, y se trata de una rana que quiso ser tan grande como un toro, y que va más o menos así: Un buen día, una rana se encontró con un toro y quedó impresionada por su tamaño y fortaleza. Llena de admiración (y también de algo de envidia), la rana decidió inflar su cuerpo lo más posible para igualar el tamaño del cornudo animal. Lo intentó una vez, otra, y otra, hasta que se infló tanto que reventó. La moraleja nos recuerda que no debemos pretender ser lo que no somos.