OPINIÓN

Coahuila

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Grande fue la sorpresa de los compañeros de club de don Chinguetas cuando en el vestidor vieron que se ponía unas pantimedias, que son prenda de mujer. Le preguntó uno: "¿Desde cuándo usas pantimedias?". Contestó, mohíno, don Chinguetas: "Desde que mi esposa encontró unas en el asiento trasero de mi coche"... Me alegró mucho la nominación de Manolo Jiménez Salinas como candidato del PRI al gobierno de Coahuila, mi estado natal. A esa candidatura se unirán muy posiblemente el PAN y el PRD para formar una alianza opuesta al partido de López Obrador. En su momento celebré también la candidatura por Morena del senador Armando Guadiana Tijerina, pues se daba por hecho que el designado sería Ricardo Mejía Berdeja, por quien AMLO había mostrado marcada preferencia. Acertó el Presidente cuando oyó la voz de los coahuilenses y lo sacó de la jugada. Conozco desde hace muchos años al senador Guadiana, y a más de apreciarlo tengo una opinión favorable acerca de él. Lo considero, como suele decirse, una buena persona. Pienso, sin embargo, que no tiene la preparación necesaria para ser gobernador. Los cargos que ha desempeñado han sido todos de representación, ninguno de gobierno. Carece, por tanto, de experiencia en tareas de administración pública. Creo, por su modo de ser y su carácter, que en caso de ser electo gobernador serían otros los que gobernarían en su lugar, y no precisamente gente calificada, sino arribistas encumbrados de súbito por la ola lopezobradorista. Manolo Jiménez, en cambio, cuenta en su trayectoria el hecho de haber sido un muy buen alcalde de Saltillo, tanto que fue reelecto por la ciudadanía. Tiene en su favor al PRI, y tiene en su contra al PRI. En su favor, por la sólida estructura que ha formado en Coahuila el partido tricolor, y por su bien aceitada maquinaria electoral. En contra, porque parece haber en muchos ciudadanos un sentimiento de malestar por la prolongada permanencia del PRI al frente del estado -jamás ha habido en la entidad un gobernador de oposición-, y porque sigue vivo el recuerdo de los daños que a Coahuila causó el moreirato. Diluir en lo posible la marca del PRI en su campaña, presentarse más como un candidato ciudadano postulado por una alianza de partidos que como un candidato priista, y -sobre todo- deslindarse radicalmente y claramente de "los Moreira" -esa denominación usa la gente-, todo eso ayudará a Manolo Jiménez a ganar una elección que hoy por hoy no se mira nada fácil. Respeto todas las opiniones, pero en conciencia, y mirando al bien de Coahuila, pienso sinceramente que la mejor opción para los coahuilenses es Jiménez Salinas. Su juventud, aunada a su experiencia, su capacidad de trabajo, el eficiente equipo de que podría rodearse, garantizan la continuación de la encomiable labor que el actual gobernador, Miguel Riquelme, ha llevado a cabo, labor reconocida incluso por la oposición. Muchos ciudadanos son de la opinión de que se debe evitar que Coahuila caiga en manos de López Obrador, y que se implanten aquí los males y peligros que se han visto prácticamente en todos los estados gobernados por Morena. He expresado en forma honesta mi opinión, pensando en lo que conviene a mi solar nativo y a sus habitantes. La última palabra, obvio es decirlo, la tendrán los coahuilenses... El médico le pidió a su joven y bien formada paciente que expusiera su parte posterior. La preciosa chica dejó al descubierto sus opimos, redondeados y alabastrinos hemisferios, y algo desconcertada le preguntó al facultativo, que se disponía a usar su estetoscopio: "¿Está usted seguro, doctor, de que ahí es donde mejor se escuchan los latidos del corazón?"... FIN.