Clima hostil
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN REFORMA
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Jamás he confiado en la lógica. Me parece muy ilógica. Así como el ajedrez sirve sólo para el ajedrez, la lógica sirve sólo para la lógica. En la vida, que es también bastante ilógica, no tiene ninguna aplicación. El sentido común sirve más que todos los silogismos juntos, así tengan nombres tan sonoros como barbara, celarent, darii, ferio, cesare, camestres, festino, baroco, etcétera, etcétera, etcétera. "Prohibido entrar al andén con perros". Un hombre entró llevando a un terrible león del Monte Atlas y a un feroz tigre de Hircania. Desde lo alto de un poste al cual había subido prudentemente -y prontamente-, el guardia de la estación le reclamó haber ingresado al sitio con esas dos temibles bestias. Adujo el individuo: "El letrero prohíbe nada más entrar con perros". En los términos de la lógica racional le asistía la razón; conforme a lo razonable estaba desencaminado. (Hace unos días, por cierto, cené con Porfirio Muñoz Ledo -gratísima experiencia-, y me dijo en el curso de la charla: "Usted tiene dos sentidos que hacen mucha falta en este país: sentido común y sentido del humor"). Aquí traigo a la mente un apotegma que más parece calambur o juego de palabras que principio lógico: "La causa de las causas es causa de lo causado". Ninguna duda cabe de que en sus comparecencias mañaneras el presidente López ha creado un clima de hostilidad contra los periodistas que critican sus acciones. So pretexto del derecho de réplica -que ciertamente lo asiste, tanto que se la pasa replicando- fustiga con calificativos denostosos a quienes señalan sus errores, sus abusos de autoridad, su constante apartamiento de la ley y su continuo ataque a las instituciones. Ha elaborado una especie de lista negra de comunicadores que no se suman al pedestre coro que lo alaba incondicionalmente, o sea ignominiosamente, y una y otra vez cita sus nombres y hace caer sobre ellos agravios y descalificaciones. Eso propicia un ambiente adverso al libre ejercicio de la crítica, y pone en riesgo a quienes tienen por oficio servir de contrapeso a los poderosos por medio de la palabra hablada o escrita. La permanente campaña de AMLO contra los comunicadores que osan señalar sus yerros, sus amenazas a la legalidad, y recientemente su embestida al INE, garante de la democracia, puede conducir a sucesos como el del ataque armado sufrido por Ciro Gómez Leyva, sin duda uno de los periodistas más destacados de México. Ciertamente no se conoce el fondo del asunto, y es aventurado arriesgar cualquier hipótesis, pero lo que resulta indiscutible es el clima hostil que ha generado López Obrador con su tenaz campaña de hostigamiento a quienes no se pliegan sumisamente a sus dictados ni apoyan en automático sus erráticas políticas. El derecho a la réplica se puede ejercer sin violencias verbales que eventualmente conduzcan a la violencia física. Pongo otra vez la frase, para que mi flaca memoria no la olvide: "La causa de las causas es causa de lo causado"... Nero, pastor de ovejas, era del color del ébano, del azabache, del carbón. Tal circunstancia no fue óbice para que su esposa diera a luz un bebé rubio como un querubín. Por extraña coincidencia el patrón de Nero era rubicundo, tenía "como crin de sol barba y cabello", para usar palabras de Díaz Mirón. Suspicaz receloso, desconfiado, Nero fue con el amo y le expuso sus sospechas. "Eso no tiene nada de raro -le indicó el patrón-. Todas las ovejas que cuidas para mí son blancas, pero entre ellas hay una negra. No debe sorprenderte que entre tus hijos haya uno güerito". "Está bien -gruñó el pastor-. Yo no diré nada del bebé güero y usted no diga nada de la oveja negra"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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