El mejor rasgo exhibido por AMLO ha sido, sin embargo, su voluntad de rectificar los errores
Hace un año, Andrés Manuel López Obrador consiguió al fin lo que pareció imposible: ganar la Presidencia con un apoyo no solo mayoritario, sino contundente. Fue -lo dije entonces- el inaudito triunfo de la razón. México, durante los doce años anteriores, se había sumido en una de las peores etapas de su historia: Felipe Calderón, con su irresponsable estrategia de seguridad, desató la ola de violencia que, al día de hoy, se ha cobrado unas 250 mil vidas -repito la cifra semana a semana, esperando que nunca deje de sonar escalofriante-, mientras que Enrique Peña Nieto convirtió a su gobierno en una aceitada maquinaria de saqueo.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.