Claudia Sheinbaum no vive a la sombra del caudillo. Vive en las tenazas del caudillo. El poder del antecesor no es una atmósfera vaga, sino una malla de fuerzas que la rodean. Están dentro de su gabinete, en su partido, en el Congreso. El inicio de su gobierno es la constatación de un hecho: la Presidenta no es -no lo es hasta el momento- la cabeza de la coalición gobernante. La ceremonia del 1 de octubre lo dejó más que claro: el saliente, no la entrante, es el vértice de todas las lealtades.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.