CULTURA
Celebra Chacón-Cruz en Bellas Artes
Erika P. Bucio
Cd. de México (13 noviembre 2015) .-17:18 hrs
El Palacio de Bellas Artes coreaba la Serenata Huasteca con Arturo Chacón-Cruz, el tenor sonorense que con ese coro masivo, eufórico, ponía fin a la celebración por sus 15 años de carrera.
"Es un regalo para mí que estén aquí", había dicho el tenor desde el comienzo de la velada, con entrada libre para un público que se encargó de abarrotar la sala.
Había comenzado con ópera, desde la Madama Butterfly que marcó el despegue de su carrera, en un dueto con María Katzarava, su cómplice en el escenario y con quien suele hacer mancuerna en México, hasta La Gioconda, una ópera que no se escuchaba en este teatro desde hace 45 años.
Comandó a la orquesta del Teatro Enrique Patrón de Rueda, quien lo descubrió en Sonora, el tenor Óscar Santana, compañero desde los años de preparación en Sivam y la soprano Lourdes Ambriz, con quien cantó en sus primeras giras por el País. Ninguno cobró por la función.
Chacón-Cruz reservó para la segunda parte el repertorio popular extendiendo al público un permiso para cantar Júrame, Solamente una vez y El triste en un arreglo que lo obligó a cantar con micrófono.
"Se vale cantar", arengaba el tenor, a quien acompañó una comitiva de familiares y amigos, venidos desde Sonora.
Y el público atendió el llamado en el encore con la Serenata Huasteca, precedida por el "Nessum dorma" de Turandot. Chacón-Cruz dejaba el escenario, exultante, con el regalo del público: la ovación de pie.
"Es un regalo para mí que estén aquí", había dicho el tenor desde el comienzo de la velada, con entrada libre para un público que se encargó de abarrotar la sala.
Había comenzado con ópera, desde la Madama Butterfly que marcó el despegue de su carrera, en un dueto con María Katzarava, su cómplice en el escenario y con quien suele hacer mancuerna en México, hasta La Gioconda, una ópera que no se escuchaba en este teatro desde hace 45 años.
Comandó a la orquesta del Teatro Enrique Patrón de Rueda, quien lo descubrió en Sonora, el tenor Óscar Santana, compañero desde los años de preparación en Sivam y la soprano Lourdes Ambriz, con quien cantó en sus primeras giras por el País. Ninguno cobró por la función.
Chacón-Cruz reservó para la segunda parte el repertorio popular extendiendo al público un permiso para cantar Júrame, Solamente una vez y El triste en un arreglo que lo obligó a cantar con micrófono.
"Se vale cantar", arengaba el tenor, a quien acompañó una comitiva de familiares y amigos, venidos desde Sonora.
Y el público atendió el llamado en el encore con la Serenata Huasteca, precedida por el "Nessum dorma" de Turandot. Chacón-Cruz dejaba el escenario, exultante, con el regalo del público: la ovación de pie.
