El jueves por la noche, aplausos eufóricos rebotaron alrededor de una arena hexagonal construida para la ocasión y con aforo de 3 mil personas, cuando los miembros de
ABBA, uno de los gigantes del pop, emergieron lentamente de debajo del escenario, con sus clásicos peinados de los años 70, para dar su primer concierto en más de 40 años.