Hay una frase ambigua y engañosa que repiten quienes tienen temor a rendir cuentas: tu derecho llega hasta donde llega el derecho de los demás. Un sofisma que no nos dice demasiado sobre los valores en juego en los conflictos de derechos, como el que se produce entre la libertad de expresión y el derecho al honor de una persona pública que es objeto de escrutinio en el desempeño de sus funciones.