La elección presidencial estadounidense arranca formalmente con la votación en el pequeño estado de Iowa el próximo 3 de febrero y concluirá formalmente hasta que el 6 de enero del 2021 se reúnan las dos Cámaras del Congreso, cuenten los votos del Colegio Electoral y anuncien quién ganó la elección del 3 de noviembre del 2020. Así es oficialmente, pero son las cadenas de noticias las que, basadas en sus datos, anuncian quién ganó la Presidencia la misma noche de la elección y el discurso de concesión de quien pierde la elección es fundamental. Si no ocurren sucesos extraordinarios, la misma noche del 3 de noviembre podríamos saber si Trump se reeligió o si alguien del Partido Demócrata le arrebató la Presidencia. No hay nada claro más que ésta es una elección caótica y sin rumbo por varias razones.
Politólogo por The New School for Social Research e Internacionalista por el ITAM. Profesor en la UIA desde el 2007 y en el ITAM (2005-2012). Coautor de varios libros académicos como Same Sex Marriage in Latin America: Promise and Resistance, La política exterior de México y ¿Qué es Estados Unidos? Analista político en CNN y el IMER. Conductor del programa Sin Filtro, en Televisa. Fue Subdirector de la Revista Foreign Affairs Latinoamérica.