Nos parece bien, muy bien, que el Presidente haya cambiado la muleta de mano y antier en su encuentro con el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y la Secretaria de Comercio, Gina Raimondo, haya toreado con la mano izquierda. Es decir, no en plan de bronca, sino en plan amistoso y constructivo. Es bien sabido que se logra más por las buenas que por las malas, es decir, para atrapar moscas funciona mejor la miel que la hiel. Sobre todo cuando el diálogo se lleva a cabo con nuestro principal socio comercial y vecino poderoso.