AMLO inició su FAENA con el primero de la tarde capoteando de largo y muleteando con la izquierda; los indicadores apuntan a que ese estilo del diestro de Macuspana no gustó ni al burel ni al graderío. Le aplaudimos al Presidente, pues, que haya tenido la sensibilidad requerida -como buen torero- para CAMBIAR DE MANO y retomar su faena sexenal, sólo que ahora con la muleta en la mano derecha, bien plantado en la arena y pasándose el astado pegado a la cintura.