La semana pasada, los bancos centrales de Australia y de Canadá sorprendieron a los mercados financieros al disponer incrementos no esperados en sus tasas de interés de referencia. El Banco de la Reserva de Australia fundamentó su acción en su preocupación por la inflación, misma que consideró demasiado alta (7.0% anual). Dijo que el objeto de este movimiento era proporcionar confianza en que la inflación volverá a la meta dentro de un plazo razonable. Por su parte, el Banco de Canadá elevó la tasa de interés, después de que la mantuvo sin cambios desde enero del presente año, al considerar que la economía se encuentra demasiado fuerte y que el exceso de demanda parece ser más persistente de lo previsto.