OPINIÓN

Burdo

Heriberto Murrieta EN REFORMA

3 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Con el partido ganado por dos goles, Sergio Ramos atizó una patada callejera a Guillermo Martínez, el domingo pasado en Ciudad Universitaria. Una coz sin ton ni son, anticlimática, más propia de un jugador llanero que de una figura histórica a nivel mundial.