Por exhibir su propensión a saltarse todas las cercas, al Presidente López ahora le dicen "El Brincatrancas". ¡Está bárbaro! Ya no respeta nada ni le hace la menor finta al disimulo: se pasa toda regla, institución o ley por el arco del triunfo sin medir consecuencias y sin importarle el DECORO básico que debe exhibir un Presidente, quien JURÓ solemnemente -en este orden- RESPETAR Y HACER RESPETAR las leyes.