Cuando Milton Friedman propuso en Capitalismo y libertad (1962) un impuesto negativo, casi toda la población adulta de los Estados Unidos presentaba declaraciones fiscales. Según el libro, si el ingreso anual gravable resultaba de 10,000 dólares, estaría exento. Si mayor, el impuesto sobre el excedente sería de 20% (tasa única, sin deducciones). Si menor, el impuesto sería negativo: el causante recibiría del fisco la cantidad necesaria para completar 10,000 dólares. En contrapartida, el welfare state (servicios médicos, educativos, etc.) sería desmantelado.