Beisbol en silencio
Paloma Villanueva
Cd. de México (22 marzo 2015) .-00:00 hrs
Ser sordo no es un impedimento para pertenecer a un equipo de beisbol, que es en sí, un deporte de señas, y los niños que conforman el equipo Osos LSM lo demuestran en cada entrenamiento.
La asociación civil Olmeca Soy integró un equipo de niños y niñas del Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje (IPPLIAP) con distintos grados de hipoacusia.
"Entre ellos hay cinco niños que sí escuchan y que quisieron integrarse. Accedimos porque lo que buscamos es la inclusión plena.
"La vida es así, los niños sordos siempre van a convivir con niños con discapacidad y niños regulares", explica Rebeca Martínez, directora de Olmeca Soy.
Las edades van de los 4 a los 13 años y en los entrenamientos, que se llevan a cabo todos los viernes en el campo 2 de la Liga Olmeca, todos hablan el mismo lenguaje: el del beisbol.
Uriel, de 9 años, es uno de los jugadores, su madre, Daniela Ponce, comenta que el beisbol le ha dado a su hijo mucha seguridad y ha incrementado su autoestima.
"Le ha dado mucha disciplina, paciencia, espera su turno, se concentra más y eso le ha ayudado en la escuela y como le gusta mucho jugar, se está volviendo responsable de preparar sus cosas y practicar.
"Creo que lo más importante es que se está dando cuenta de que puede hacer lo que quiera, que el hecho de no escuchar no es un problema", dice.
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