Como se esperaba, el jueves de la semana pasada, el Banco de México aumentó la tasa de interés de referencia en tres cuartos de punto porcentual, para llevarla a 8.50 por ciento. Sin embargo, lo más relevante fue que dejó abierta la puerta a la posibilidad de que el próximo incremento pueda ser de menor magnitud, dependiendo de las circunstancias o de la información que vaya apareciendo.