En la reunión de política monetaria de la semana pasada, los funcionarios del Banco de México mantuvieron la tasa de interés de referencia en 11.25%, como se esperaba, a la vez que abrieron la posibilidad de iniciar pronto el descenso de las tasas. Sin embargo, enviaron la señal de que aún no están seguros de una reducción en la próxima reunión, a pesar de las expectativas del mercado. La decisión dependerá de la evolución de la inflación y su impacto en las expectativas inflacionarias.