Los conciertos que hace unos días dio Bad Bunny en la Ciudad de México siguen en la conversación pública pues se juntaron varios factores: la visita a México de un artista que genera todo tipo de opiniones, las historias de fans que se quedaron sin entrar a uno de los conciertos más caros jamás, como efecto de la falsificación y/o sobreventa de boletos, y un Presidente al que le pareció buena idea pedirle al artista un concierto gratis para compensar a quienes fueron víctimas del fraude.