El fallido operativo para detener a uno, ¿o a dos?, de los hijos de El Chapo Guzmán en Culiacán parece mostrar que en el círculo de la opinión no hay puntos medios. Por un lado, la crítica pronta acusa que el gobierno de AMLO capituló ante el crimen organizado, que peca de incompetencia y hasta de "poca hombría". Por el otro, quienes defienden a ultranza las acciones de su gobierno, declaran que se evitó una tragedia, que no son iguales al pasado, que es un "Presidente humanista" y hasta que la oposición "no tiene derecho a opinar". Más allá de esta retórica que no encuentra piso común, conviene preguntar si Culiacán tendrá implicaciones más allá de polarizar la opinión pública. Si será o no el Ayotzinapa de AMLO.
Politólogo por The New School for Social Research e Internacionalista por el ITAM. Profesor en la UIA desde el 2007 y en el ITAM (2005-2012). Coautor de varios libros académicos como Same Sex Marriage in Latin America: Promise and Resistance, La política exterior de México y ¿Qué es Estados Unidos? Analista político en CNN y el IMER. Conductor del programa Sin Filtro, en Televisa. Fue Subdirector de la Revista Foreign Affairs Latinoamérica.