Son escasos los ejemplos de solidaridad de la clase gobernante con sus gobernados. La excepción pueden ser los yucatecos, que reciben su recibo de agua y basura en ceros y el de CFE por el 50% del monto. Los políticos sólo acuden al pueblo para obtener su voto y el pago de impuestos, luego se olvidan de sus votantes y se colocan en una cómoda inacción.