ANDAR Y VER / Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA
En un ensayo de 1969, W. H. Auden describe el poema como una sociedad verbal. Aquello que tiene solo un vínculo aritmético se transforma en una sociedad o, más bien, en una comunidad. A la poesía animaría una noción agustiniana del mundo: lo que el poeta intenta es transformar el agregado de elementos que conforman la experiencia en un organismo vivo, en una ciudad que aspira a la trascendencia. Ahí mismo, en ese ensayo sobre la libertad y la necesidad en la poesía, apunta que el interés del poeta es la persona en lo que tiene de irrepetible. El registro de lo único. Ese único que se mira en el espejo es un ecosistema, un planeta que alberga millones de huéspedes invisibles. Anfitrión de incontables virus, bacterias, hongos y demás bichos.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.