A lo largo de la semana decenas de videos de aficionados de Boca Juniors se viralizaron desde el momento en que arribaron a Río de Janeiro. Pura pasión; auténtica e incomparable. Hay que tener pasaporte sudamericano para poder explicar lo que corre por las venas de cada fidelísimo seguidor que lo deja todo con tal de seguir los colores y aromas de su equipo. De otra manera, así, desde lejos, es imposible comprender las razones de sus impulsos.