Las mujeres son quienes más han contribuido a contagiar el mundo moderno con la lepra que lo corroe. Las mujeres son especialmente aptas como nodrizas y educadoras de nuestra primera infancia, ya que en sí mismas son pueriles, tontas y poco perspicaces; en una palabra, son niñas grandes durante toda su vida; representan una especie de estado intermedio entre el niño y el hombre adulto que encarna al verdadero ser humano.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.