Guillermo Leal / Enviado.-
La ausencia de Eloy Cavazos en los funerales de su contemporáneo Miguel Espinosa "Armillita Chico" fue notoria, pero hubo una razón.
"Íbamos volando con el ganadero Armando Guadiana y tres amigos, cuando, media hora después de despegar de Monterrey, la puerta del avión desapareció y todo se despresurizó hasta volverse un caos", contó el maestro Eloy Cavazos.
La aeronave, que rentó el ganadero Guadiana para hacer el viaje Monterrey-Aguascalientes, pudo, por fortuna, gracias a la pericia de los pilotos, aterrizar en Saltillo.
"Ahí, sinceramente, decidí regresarme a Monterrey en carro", confesó Eloy, nacido en Ciudad Guadalupe, Nuevo León.
El empresario y ganadero Guadiana rentó otro aeronave y llegó a la Monumental de Aguascalientes a darle el último adiós a Miguel, con quien además, junto a su hermano Fermín, tenían una sociedad en el campo bravo.
Eloy, desde Monterrey vía telefónica, reconoció a "Armillita".
"Fui testigo de su alternativa, lo vi crecer como torero, era un artista, y alternar con él no era fácil.
"Fue un mexicano triunfador en España, y su alegría nos hizo reír muchas veces", reconoció Eloy, quien aseguró no poder conciliar fácilmente el sueño después del susto provocado cuando volaba hacia Aguascalientes.
Le dedicarían feria
Conociendo la amistad de respeto y admiración entre el maestro Miguel Espinosa "Armillita" y el ganadero Alberto Baillères, ayer trascendió que la próxima Feria de San Marcos sería dedicada a la memoria del torero aguascalentense.
Baillères, uno de los pilares de la fiesta en México por su labor como ganadero, y siendo dueño de los principales cosos del interior de la República, y actualmente empresario de la Plaza México, nunca ha ocultado su amistad con la familia "Armillita".
Sensible siempre a hacer homenajes a los personajes más importantes de la fiesta brava, seguro que la feria taurina más trascendental de este País, como es la de San Marcos 2018, esté dedicada en imagen y espíritu a la memoria del Miguel Espinosa Menéndez "Armillita Chico", cuyas cenizas permanecerán, por ahora, en la casa de su viuda y de sus hijos, aunque al final terminarán en la capilla del rancho de su padre, en Chichimeco.