"Me gusta escribir, me encanta escribir, pero solamente escribo para mí y para mi propio placer", decía J. D. Salinger. Crédito: Archivo
Matt Salinger, hijo y albacea del autor fallecido en 2010. Crédito: Cortesía Alianza Editorial
En una caja fuerte tan grande que obligó a reforzar el piso de su casa de New Hampshire para soportar su peso, J. D. Salinger (1919-2010) guardó los manuscritos que escribió el resto de su vida tras su retiro público.