Al recordar los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando 4 aviones secuestrados por Al-Qaeda se estrellaron, dos de ellos en Nueva York, otro en Arlington, Virginia, y otro más en Shanksville, Pensilvania, empecé a elaborar una metáfora en la que los mexicanos nos encontramos inmóviles a bordo de un aeroplano capitaneado por López Obrador. En mis fantasías imaginaba la impotencia padecida por los pasajeros del vuelo 93 de United, cuando ya habían sido informados por familiares y amigos a través de sus teléfonos celulares, que otros 2 aviones habían chocado contra las torres gemelas y uno más había hecho blanco en el Pentágono, en cuyo caso todos ellos también estaban condenados a una muerte inminente de no reaccionar a tiempo.
Abogado por la UNAM. Dedicado a investigar la verdad oculta de la historia de México, ha escrito 20 novelas históricas y 5 ensayos de diversa naturaleza. Ha impartido conferencias en México y en el extranjero. Es conductor de un programa de televisión y comentarista en distintos medios de radiodifusión. Ha publicado más de 4,000 artículos. Es columnista en el diario Reforma, en El País y en el Chicago Tribune, Hoy, entre otros más.