OPINIÓN

Amigos del alma

Denise Dresser EN REFORMA

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Como Viruta y Capulina. Batman y Robin. Han Solo y Chewbacca. Don Quijote y Sancho Panza. Simon y Garfunkel. El Gordo y el Flaco. Así Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Salinas Pliego. Amigos del alma, medias naranjas, compañeros de viaje, un solo espíritu habitando dos cuerpos. Eso es lo que ha demostrado el "Aztecagate" y su desenlace. La profundidad de la lealtad, el alcance de la amistad, la fuerza de la fraternidad, la durabilidad de la complicidad. No importa que el concesionario de un bien público convoque a desobedecer al gobierno. No importa que desde la pantalla desafíe los ordenamientos de la autoridad sanitaria. A Salinas Pliego no se le enfrenta; se le perdona. No se le cuestiona; se le consiente. Por ser fifí, el Presidente lo trata con guantes de terciopelo.