CULTURA

Allanan el camino a ópera mexicana

Erika P. Bucio

Cd. de México (05 julio 2014) .-00:00 hrs

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Quien quiere montar una ópera mexicana se enfrenta a un problema elemental: ¿Dónde está la partitura?

Una búsqueda que puede demorar meses o años y no siempre con un final feliz: la partitura se extravió, está incompleta, con errores y es imposible montarla.

"De una vez por todas, y aunque nos lleve años, vamos a hacer una base de datos que sea fácil de consultar para compositores, productores, intérpretes y cantantes, donde pongamos la información más reciente y se vaya actualizando", anuncia José Antonio Robles, encargado de la dirección del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical "Carlos Chávez" (Cenidim).

Forma parte de la nueva línea de investigación de la ópera en México "José Antonio Alcaraz", que diseñó y coordina Enid Negrete, ahora volcada en la investigación, pero con 52 producciones de ópera y teatro a cuestas.

La base de datos, que ya tiene unos 200 registros pero todavía en fase de pruebas, reunirá teatros, obras, intérpretes, productores, críticos y estudiosos de la ópera en México.

Abarcará desde la época virreinal con La Partenope de Manuel de Sumaya data de 1711 hasta hoy.

"Hay ópera en México antes que chiles en nogada", ironiza Negrete, afincada en Barcelona.

Alberto Pérez Amador, de la UAM, parte del proyecto, estima unas 500 óperas en el País.

"Pero hay muchas perdidas, si encontramos 100, morimos en paz", añade Negrete.

Con la asociación del Institut del Teatre de Barcelona la base se ampliará para ser hispano-mexicana.

"Es la recuperación y utilización de esos datos tanto para las nuevas investigaciones como para los nuevos creadores y también es un apoyo teórico para la creación", resume Negrete.

Recoge las óperas extranjeras representadas en México, las creadas en el País y las escritas por mexicanos en el extranjero, así como la actividad de nuestros cantantes fuera.

Deja fuera la zarzuela, la revista musical y el musical anglosajón, la musiquette y la opereta francesa o alemana, que merecerían, dicen, un estudio aparte.

Un primer fruto es el programa de experiencia profesional con el montaje de Anita de Melesio Morales, el 12 y 13 de julio en el Teatro de la Ciudad, a cargo de jóvenes de la ENAT, el Conservatorio, la Superior de Música y el Claustro de Sor Juana.

Nunca el Cenidim había producido una ópera. Y lo hace en colaboración con el Conservatorio Nacional. El costo no supera los 200 mil pesos.

"Dejemos de pensar en lo teórico y que la investigación sirva. ¿A quién? A la gente de ópera", justifica Robles.