Corren malos tiempos cuando se le da tanto poder a la milicia, a las armas. Es abominable que en pleno 2023 un país como México, devastado por "la guerra contra el narco", violento a niveles distópicos, siga apostando por la imbecilidad calderoniana de los operativos militares. Quince años después del Operativo Chihuahua, aquí estamos, con casi tres mil fosas clandestinas, convertidos en el país de los cien mil desaparecidos. No encuentro el adjetivo que dibuje en su justa dimensión a los servilistas que aplauden la militarización de la cuatroté. No se sabe de dónde viene la estupidez cíclica que permite relatar que hubo una vez un Julio César traicionado por Marco Junio Bruto, otro valeroso militar, y sus compañeros, o un Duncan asesinado por el jefe militar Macbeth a su servicio, o un Madero traicionado por Victoriano Huerta. La lista es tan larga como la historia de la humanidad. Y seguir confiando en las armas más que en el diálogo, no son horas.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.