Dios quiera y no saque la "katana" el Presidente López y se le lance con ansias de samurái al Embajador de JAPÓN en México, Noriteru Fukushima, por decir que a México le falta dar CERTEZA a las inversiones. Esto justo cuando trae pleito casado con el Gobierno norteamericano, particularmente su Departamento de Estado, intercambiando dardos verbales con el Secretario Antony Blinken.