Enfermar es un desajuste ordinario de la condición humana. El Presidente está enfermo. Personalmente deseo su pronta mejoría y el regreso a su vida ordinaria en el gobierno de México. Poco importa si, como dicen los rumores, padece el Síndrome de Stokes-Adams, si acaso le aplican dosis de esmolol o levosimendán o padece un simple catarro. Si Adán Augusto López Hernández quiere seguir su carrera presidencial, más le vale que su "hermano" y paisano recobre pronto su vigor y energía habituales.
Abogado. Estudió en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y en la Universidad Complutense en Madrid. Diputado Federal en dos ocasiones. Ex Secretario de la Función Pública. Ex Presidente Nacional del PAN. Catedrático del ITAM y la Universidad La Salle. Miembro de la Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación. Compiló el pensamiento de Carlos Castillo Peraza, "El porvenir posible", Fondo de Cultura Económica.