La semana pasada recibí la solicitud de una videollamada a Mérida. Se trataba de una mujer de 70 años que hace 18 meses presentó mielitis transversa, una enfermedad poco común en donde la médula espinal se inflama en alguna porción. Su inquietud radicaba en el riesgo de recaer con este trastorno en caso de volver a tener Covid-19.