CULTURA

Aconseja sinceridad al crear ilustración

Yanireth Israde

Cd. de México (06 diciembre 2014) .-00:00 hrs

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Los consejos deben recibirse con cautela para desecharlos cuando sea necesario, sentenció Benjamin Lacombe. El ilustrador francés clausuró ayer, junto con Ana Juan, su colega española, el foro "Iluminadi. Panorama de ilustración contemporánea" en la Facultad de Arte y Diseño, plantel Xochimilco de la UNAM.

Una profesora pidió a Lacombe lecciones para los aspirantes a ilustradores reunidos en el foro Francisco Goitia. "Sinceridad", apuró la respuesta.

"Hay que saber escuchar, pero también hay personas que pueden no comprender o aceptar nuestro trabajo, entonces no hay que escucharlas: deben conservarse los propios deseos, no dejarse influenciar".

Lacombe, quien anunció que prepara un libro ilustrado sobre la pintora mexicana Frida Kahlo, recordó los pronósticos sobre su futuro profesional: que no estaba hecho para los libros ni para álbumes ilustrados, que jamás podría presentar una exposición porque sus imágenes eran raras, oscuras, demasiado personales.

Las ilustraciones que produjo para los Cuentos macabros, de Edgar Allan Poe, podrían atizar pesadillas, previnieron algunos editores y bibliotecarios.

"Me decían: '¡que horror, está oscuro!, ¡los niños tendrán pesadillas!'. Sin embargo el libro encontró su público, descubrimos que a los niños les gusta recibir estas emociones fuertes, es una necesidad. Es la época en que hacen su catálogo de emociones, como el miedo o la risa. Si les damos únicamente libros coloridos, hermosos, pensarán que eso es la vida y no estarán listos para vivir".

Los pronósticos no resultaron profecías para Lacombe. Ahora emprende proyectos grandilocuentes, como sus obras para Madama Butterfly, la ópera de Puccini, con ilustraciones que se despliegan en diez metros, como un acordeón.

"La ópera es grandilocuente", justificó. En cambio con Frida, trabajo previsto para 2016, no se concentrará tanto en la obra pictórica como en la persona.

"Más allá de sus pinturas me interesa el proceso creativo, porque hizo de su condición un arte, construyó un universo propio. Pero al hacer un trabajo sobre ella misma, le habló del mundo", dijo.

Ana Juan también publicó, años atrás, un libro de Kahlo para niños. Fue la pintora quien le enseñó México antes de pisarlo, contó.

Una maestra le preguntó a la ilustradora qué imagen eligiría para retratar México. Ella dijo de botepronto: un volcán en erupción. Lacombe se rehusó contestar: "No quiero dar una visión de postal".