Hace tres años empezaron a llegar pacientes con fiebre, tos y falta de aire que progresaba rápidamente. El personal de salud de Wuhan, China -lugar donde ocurría este fenómeno-, no entendía lo que pasaba; más aún, empezaron a ver que ellos enfermaban a los cuantos días e incluso vieron cómo compañeros morían.