MONTREAL, Canadá.- "Ponte el cinturón", me dijo Sergio Checo Pérez. Acababa de llover torrencialmente a las afueras de la ciudad y la pista de carreras estaba encharcada. Pero pocas cosas parecen asustar al piloto mexicano, particularmente cuando está frente al volante. Pisó al acelerador y salimos a toda velocidad en un nuevo carro Honda deportivo y de palanca al piso que estaba probando El Checo. El velocímetro se disparaba en las rectas; nunca me había subido a un auto que lo llevara casi al límite. "Esto es divertido", me dijo sonriendo, frenando con motor y mientras esquivaba los charcos más grandes de la pista. Y dimos dos, tres y cuatro vueltas. El Checo no quería parar. "Ya sé por qué haces lo que haces", le alcancé a decir con una risa nerviosa, mientras veía pasar bardas y anuncios. Todo parecía borroso. Menos el piloto, en absoluto control del vehículo. El Checo estaba en lo suyo.
Es considerado uno de "los hispanos más influyentes de Estados Unidos" y es conductor del Noticiero Univision desde 1986. Ha ganado 9 premios Emmy y el prestigioso Maria Moors Cabot. Ha escrito 11 libros y su columna semanal la distribuye el New York Times Syndicate en todo el hemisferio. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Miami. Nació en Cd. de México y vive en Miami.