OPINIÓN

El poder es un gran afrodisiaco pero, cuando no enfrenta límites y contrapesos, acaba en anclas muy endebles

Paradojas

Luis Rubio EN REFORMA

4 MIN 30 SEG

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Una de las grandes paradojas que exhiben las dictaduras militares, reflexiona Tom Stevenson*, radica en que acaban haciendo a sus propios ejércitos menos eficaces por su necesidad imperiosa de protegerse a sí mismos de un golpe que acabara removiéndolos. Las paradojas del poder son siempre obtusas porque su propia racionalidad es contraria al fortalecimiento de las condiciones y circunstancias que lo hacen posible. El poder es un enorme afrodisiaco pero, cuando no enfrenta límites y contrapesos, acaba sustentado en anclas por demás endebles. Mientras más se concentra el poder, mayores las contradicciones y fragilidades de las columnas que lo soportan.