OPINIÓN

Afirmar que, al suprimirla, la Corte solo beneficia a delincuentes de cuello blanco es una simple mentira

Oficiosa

Jorge Volpi EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En México la justicia no existe. Simplemente, no existe. Cada vez que, por una razón u otra, algún tema relacionado con ella salta a la palestra pública -como, en esta semana, una vez más, la prisión preventiva oficiosa- debemos tener este presupuesto en cuenta. No se trata de una opinión mía o de quienes nos hemos detenido a observar su funcionamiento, sino de una pavorosa realidad que miles -acaso millones- de ciudadanos padecen día con día, a veces como víctimas, a veces como imputados. Las estadísticas son claras: nuestros tribunales resuelven menos del 5 por ciento de los delitos que se denuncian: eso significa que, en la práctica, esta cifra debe descender a menos de medio punto porcentual si se toman en cuenta los que se cometen. Estos números implican que en México no hay Estado de derecho.