Solemos convencernos de que nuestra pequeña tragedia cotidiana es urgente, la única que tiene cabida en el relato neurótico del mundo. Vivo en un edificio clasemediero que tiene empleada a una mujer cuyo trabajo es mantener limpias las áreas comunes. El edificio siempre estaba impecable y por lo tanto el trabajo de esta mujer era invisible; como dice Marcelina Bautista -activista oaxaqueña y fundadora del Centro de apoyo y capacitación para trabajadores del hogar- "nuestro trabajo sólo se ve cuando no se hace"... Hasta que a mi edificio llegaron unos vecinos nuevos, pareja joven y encantadora con una perrita de buen tamaño que va dejando sus heces, también de buen tamaño, por la escalera o en la terraza. Ah, esos enemigos universales que pueden desatar guerras de alcances devastadores: los vecinos.
Es escritora, autora de los libros Cuentos de maldad (y uno que otro maldito) y El niño que fuimos bajo el sello de Alfaguara; Las noches habitadas (Editorial Planeta) y Damas de caza (Editorial Plaza y Valdés). Ha colaborado en El Cultural de La Razón, The Washington Post, SinEmbargoMx, El Malpensante, Confabulario de El Universal, Revista GQ, Revista SOHO y otros medios. Desarrolla guiones para cine, teleseries y audioseries.