OPINIÓN

Gringo viejo

Andrés Martínez EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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Es casi un rito en la política estadounidense que al partido del Presidente en turno le vaya fatal en sus primeras elecciones intermedias. En 1994, Bill Clinton perdió 69 escaños en el Congreso (63 en la Cámara y 6 en el Senado), mientras que Barack Obama perdió 60 (52 y 8, respectivamente) en 2010. A pesar de estas derrotas contundentes, ambos presidentes fueron reelegidos dos años después.