OPINIÓN

Colaboradores Invitados

Gilberto Bosques: un legado vivo

COLABORADOR INVITADO / Peter Tempel y Jean-Pierre Asvazadourian EN REFORMA

3 MIN 30 SEG

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De 1939 a 1942, el diplomático mexicano Gilberto Bosques dirigió el consulado de su país en París y posteriormente en Marsella, en el sur de Francia. En este corto tiempo, ayudó a cientos de refugiados a salir del país mediante la expedición de visas mexicanas, salvándoles la vida. La escritora Anna Seghers describe en su libro Tránsito la difícil búsqueda de una salida a la desesperación y el rayo de esperanza que supuso el consulado mexicano. El personaje de su novela, Marie, lo describe así: "En cualquier otro consulado una se siente nada. Allí es al revés".