Producto de la crisis económica, acentuada por la pandemia, México está sufriendo un fuerte retroceso económico y social. La falta de apoyos sustanciales de este Gobierno a empresas y trabajadores para mitigar la actual crisis económica y la ausencia de un sistema de seguridad social universal, está impactando en mayor medida a la clase media y a los pobres. Los programas sociales vigentes, por su enfoque asistencialista/clientelar, tendrán efecto limitado en materia de desarrollo equitativo e intergeneracional. Además, no hay mejor política social que la creación de empleos y éstos no podrán generarse en forma suficiente, en una economía que, de seguir en la ruta que vamos, no va a crecer en el sexenio.