2016, la Escuela

Increíble pero cierto. A pesar de todo lo que ha vivido Estados Unidos en los últimos cuatro años, la polarización política y cultural sigue tal cual. Al escribir estas líneas la noche de la elección presidencial, aún sin saber los resultados finales, se puede decir que la gran sorpresa de la contienda es la estabilidad, la falta de sorpresas o de resultados contundentes. A pesar de la desastrosa respuesta del presidente Trump a la pandemia global, su juicio de destitución en el Congreso este año por abuso de poder, y su discurso divisivo e insultante a tantos ciudadanos, es casi como si poco hubiera pasado desde el 2016. La gran mayoría de los estados votaron igual que en esa ocasión, y tal como lo advertí en una reciente columna, la contienda depende de lo que suceda en Michigan, Wisconsin, Pennsylvania y Arizona.