Too late...
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
¿Se puede perdonar lo imperdonable? El que pide perdón, necesariamente se siente culpable, de lo contrario no reconocería públicamente que su "error" en el caso de la Casa Blanca, "lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno", como afirmó Enrique Peña Nieto en su discurso del evento del Sistema Nacional Anticorrupción. ¿Quién perdona a un presidente de la República? ¿Los gobernados, es decir, la sociedad? Pero a estas alturas del partido y después de tanta, tanta, tanta, tanta corrupción, e impunidad, ¿estará dispuesta la sociedad mexicana a perdonar al jefe de los priistas que perdona a sus congéneres más corruptos, como por ejemplo Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, por citar a algunos? Con este "perdón", ¿le apostará el Presidente a lo desmemoriado que es el pueblo mexicano? ¿Qué tan arrepentido estará realmente Enrique Peña Nieto de haber ofendido, con la adquisición de la Casa Blanca, al pueblo mexicano? ¿Y la Gaviota no va a pedir perdón? ¿Peña Nieto le va a pedir perdón a Carmen Aristegui y a su equipo?
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores