Repudian 'Trumplandia'
Silvia Isabel Gámez
Cd. de México (27 mayo 2016) .-00:00 hrs
Pensar en que Donald Trump alcance la Presidencia de Estados Unidos roba el sueño a la escritora Valeria Luiselli, residente en Nueva York. "Me preocupan el racismo y xenofobia que su discurso público ha destapado como caja de Pandora y legitimado".
En los círculos intelectuales, señala la escritora Carmen Boullosa, existe una gran preocupación ante el avance del republicano. "Podemos imaginar el temor de los indocumentados y ver con tristeza cómo quienes tienen papeles o pertenecen a la primera generación de inmigrantes creen ver en Trump una esperanza. Como dirían los gringos: Fat chance! No tienen oportunidad; es intrínsecamente un fraude".
Trump expresa lo que muchos en EU piensan y no se atreven a decir en público, lo mismo representantes del Congreso que fanáticos republicanos y demócratas, sostiene el escritor Jorge Aguilar Mora. "Además, con el entrenamiento de la televisión y del vedetismo neoyorquino, se puede dar el lujo de decir sandeces, de contradecirse, de mentir, de desdecirse... Eso es lo que hacen aquí todos los políticos".
Lo que se juega en la elección estadounidense es quién asume el control del corazón nacional, plantea el filólogo Ilan Stavans, académico del Amherst College de Massachusetts: "El norteamericano medio, provinciano, xenófobo, se resiste a reconocer que Estados Unidos es hoy una nación multicultural".
La médula del discurso de Trump es el odio racial, lamenta Luiselli. "Es el candidato de una población blanca que sigue creyendo en su supremacía y tal vez intuye que pronto va a dejar de ser mayoría en este país".
El artista visual Gabriel Kuri, radicado en Los Ángeles, atribuye la virtual candidatura de Trump a quienes en EU ponen el capital por encima del ser humano y el bienestar colectivo. "Y a la obsesión por el espectáculo y la celebridad, la necesidad vital de ser entretenidos".
Boullosa, quien reside la mitad del año en Nueva York, considera que el hartazgo es la base de su ascenso. "Trump les promete un jardín de rosas a costa de otros (mexicanos, musulmanes, lo que sea) y van. Es una situación peligrosa".
Aguilar Mora, profesor emérito de la Universidad de Maryland, agrega como causas el desconcierto, la frustración, el resentimiento, la impotencia del país ante la crisis profunda del sistema: "El imperio se derrumba y el futuro no es nada agradable".
Los medios de comunicación han favorecido también el ascenso del republicano, sostiene Luiselli. "Trump ha tenido más tiempo aire que cualquier otro candidato y, en consecuencia, se ha reproducido como virus en las conciencias de las personas. Es una marca, un eslogan, un éxito publicitario".
Aunque los latinos jamás han estado unidos en el país, Stavans cree que Trump logrará consolidar un fervor colectivo: "Ignoraremos nuestras diferencias para combatirlo".
Trump es un factor de discordia entre muchos grupos, alerta Kuri. "Ésa es la medida de su carencia de sensibilidad política. Se ha dedicado a dividir a muchos cuando pretende encender el fervor de algunos".
"¿Los latinos nos podrán salvar de Trump? Quizás los latinos, los negros y las mujeres", opina Aguilar Mora. "Pero los republicanos ya se han adelantado cambiando en muchos estados los requisitos para votar, exigiendo nueva identificación con fotografía. Muchos, incluso norteamericanos, no tienen acta de nacimiento".
Si llega a ganar las elecciones, no cumplirá sus promesas, resume Stavans. "Creará un programa laboral de inmigrantes y ayudará a la comunidad musulmana. Quiero decir que, en el fondo, no cree en lo que dice y no dice lo que cree. Es un demócrata disfrazado".
Nada de lo que sugiere es realista, agrega Luiselli. Deportar a los 11.2 millones de indocumentados que, se calcula, viven en EU costaría billones de dólares. Las comunidades migrantes, además, pagan impuestos, consumen y son parte del tejido social, subraya.
"Trumplandia se hundiría sin los migrantes indocumentados. Simplemente no salen las cuentas".