NACIONAL
Arrastra AICM fallas de videovigilancia
Benito Jiménez
Cd. de México (16 noviembre 2015) .-00:00 hrs
Desde 2013, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad México (AICM) arrastra un déficit en la videovigilancia, lo que ha ocasionado un sinnúmero de "puntos ciegos" en sus instalaciones.
Oficios en poder de REFORMA revelaron que de esos problemas fueron alertados desde ese año por las mismas autoridades de la terminal y a la fecha persisten.
De acuerdo con los documentos internos, las fallas son ocasionadas principalmente por la falta de mantenimiento y compra de refacciones y licencias para los sistemas de grabación y los módulos de las cámaras.
El AICM cuenta en la actualidad con mil dos cámaras.
"Todas las cámaras requieren mantenimiento, la señal que envían llega a un centro de control donde requiere otro mantenimiento, si no tengo mantenimiento la señal que me llega no la puedo procesar.
"Puede ser que la vea, que tenga imagen, pero no se graba, en peores casos puede que no se vea nada, porque no hay mantenimiento de los servidores, ni de las cámaras, ni están renovadas las licencias (de los programas)", señaló un mando de la terminal, que estimó que de cada 10 cámaras, tres presentan algún tipo de falla.
Ante la falta de contratación para mantenimiento y refacciones de esos sistemas, ningún equipo ha sido renovado, aseguraron fuentes del aeropuerto.
Agentes de seguridad dieron cuenta de algunos "puntos ciegos" que afectan al complejo aeroportuario: el filtro de tripulaciones, ubicado en el mezzanine de la Terminal 1, donde sólo se puede ingresar con una credencial y uniforme de la compañía; la antigua puerta de acceso denominada Oscar 3 (cerca de la Aduana); la barda perimetral de Cuchilla del Tesoro y la entrada de contratistas.
Así como la puerta de la subestación especial; la barda que se encuentra detrás del deflector metálico ubicado en las cabecera de la pista 05L, y otro más entre la malla y el camino perimetral debajo del aerotrén.
Raúl Zugarazo Landa, coordinador de equipos de seguridad del AICM envió el 21 de octubre de 2013 una "atenta nota" al gerente de Seguridad, Hugo de la Cuadra Mendoza (actual subdirector de Seguridad del AICM), para informarle que el Centro de Gestión Aeroportuario (CGA) de la Terminal 1 se encontraba por encima de su vida útil, pues los fabricantes de los equipos que la componen dejaron de producir las refacciones.
En ese documento le informó que el sistema de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) contaba con ocho cámaras "apagadas" y dos grabadores inoperativos, lo cual dejó sin grabación a 30 cámaras.
En 2014, el propio Hugo de la Cuadra, aún como gerente de Seguridad, envió el oficio 0031/14 al entonces subdirector, Manuel del Riego de los Santos, de las fallas en el CCTV por falta de mantenimiento.
En septiembre de 2012 el AICM anunció la compra de 746 cámaras fijas de alta definición para reemplazar 449 cámaras análogas en la Terminal 1, compradas en 2000, y otras 430 digitales de la Terminal 2, adquiridas en 2007, cuando fue inaugurado ese inmueble.
Ese proyecto lo detonó el enfrentamiento entre policías federales en la zona de comida rápida de la Terminal 2 en junio de 2012, cuando se denunció que las cámaras no grabaron el punto de la balacera, donde fueron asesinados tres agentes por un problema de tráfico de drogas.
Pero el plan de compra, que sumaría más de 2 mil cámaras para la terminal, no se concretó.
Fuentes aeroportuarias aseguraron que se debió a dos factores: uno, que el Aduanas México firmó un convenio con el AICM y la Policía Federal para que el SAT entregara un paquete de unas 900 cámaras con tecnología de punta para instalarlas en el Aeropuerto con la condición de que se le compartiera imágenes del recinto fiscal, el carreteo, zona de revisión de maletas y salas de última espera.
Así que el AICM no invirtió en las cámaras y el dinero que tenía considerado para la videocámaras fue destinado a otras áreas, como el aerotrén y equipo para los bomberos de la terminal.
El cambio sexenal también frenó ese proyecto, por lo que el AICM se quedó con las mismas cámaras y "puntos ciegos".
Las nuevas autoridades del AICM, según fuentes que laboran actualmente en la terminal, intentaron cambiar todo el sistema de videovigilancia, pero para beneficiarse con los contratos, pero al ser aplicados los exámenes de confianza en 2013, dejaron sus cargos.
Hugo de la Cuadra, quien como gerente de Seguridad advirtió y fue alertado de una considerable cantidad de fallas ante la renovación de licencias en varios operadores del Centro de Gestión Aeroportuaria, ascendió como subdirector de Seguridad del AICM.
En el oficio 0031/14, fechado en enero de 2014, detalló que las cámaras de la 304 a las 306, la 318, 319, 328, 331, 342, 344, 347, 348, 353 y 418 tenían fallas en sus módulos por desgaste.
Esos equipos apuntan a zonas del estacionamiento, escaleras de la terminal y bandas de equipaje en la Sala F.
Las cámaras de Cárcamo 6, cuarto de máquinas y la entrada del Centro de Control Operativo también fallaron por fin de vida útil y daños por filtración de agua.
En una carta enviada a este diario el 15 de septiembre, la Policía Federal indicó que cuenta con un Centro de Monitoreo desde el que se observa todo lo que ocurre en las Terminales 1 y 2 a través de más de 700 cámaras de seguridad, cifra menor de aparatos de vigilancia a la reportada por el AICM, que es de mil dos.
Al aeropuerto se le solicitó información sobre el número de cámaras instaladas operantes e inoperantes.
"La divulgación de dicha información representa un riesgo debido a que las cámaras, su ubicación y operatividad forman parte de los medios con los que cuenta el AICM individualmente o como parte de un sistema para evitar que se introduzcan armas, explosivos y otros artefactos, objetos o sustancias peligrosos que puedan utilizarse para cometer actos de interferencia ilícita en la aviación civil, sus instalaciones y sus servicios", respondió el 22 de septiembre Roberto Sánchez Herrera, gerente de Información y Evaluación y secretario técnico del Comité de Información.
Ante la falta de vigilancia, un joven de 17 años logró brincar la barda trasera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y llegar hasta las pistas, donde fue interceptado.
El capitán de un avión que se encontraba en las pistas de rodaje fue quien dio aviso a las autoridades de la terminal aérea.
El joven fue identificado como Alejandro Nava y su incursión al AICM se reportó a las 7:30 del martes 20 de octubre.
REFORMA dio a conocer en septiembre que el patio trasero de la terminal es tan vulnerable que hasta indigentes han sido encontrados en las pistas.
Trabajadores del AICM aseguraron que en la zona norte de la terminal hay dos accesos que llevan directo a las pistas, uno clandestino y otro que carece de medidas estrictas de seguridad.
Esas entradas reportan un movimiento descontrolado de personas y vehículos.
Además, la barda perimetral que divide la zona federal del AICM con la calle, en la Vía Express Tapo, ha sido constantemente perforada.
En un recorrido se contabilizaron una veintena de parches hechos con bloques de concreto, y es notorio que los huecos dejados por los intrusos en la valla metálica han sido remendados con alambre.
En una respuesta de información, el AICM afirma que mantienen una vigilancia permanente y recorridos en toda la terminal, además de contar con un sistema de visión nocturna para la detección de intrusos.
La Policía Federal también respondió en una carta que la seguridad no ha sido descuidada.
Oficios en poder de REFORMA revelaron que de esos problemas fueron alertados desde ese año por las mismas autoridades de la terminal y a la fecha persisten.
De acuerdo con los documentos internos, las fallas son ocasionadas principalmente por la falta de mantenimiento y compra de refacciones y licencias para los sistemas de grabación y los módulos de las cámaras.
El AICM cuenta en la actualidad con mil dos cámaras.
"Todas las cámaras requieren mantenimiento, la señal que envían llega a un centro de control donde requiere otro mantenimiento, si no tengo mantenimiento la señal que me llega no la puedo procesar.
"Puede ser que la vea, que tenga imagen, pero no se graba, en peores casos puede que no se vea nada, porque no hay mantenimiento de los servidores, ni de las cámaras, ni están renovadas las licencias (de los programas)", señaló un mando de la terminal, que estimó que de cada 10 cámaras, tres presentan algún tipo de falla.
Ante la falta de contratación para mantenimiento y refacciones de esos sistemas, ningún equipo ha sido renovado, aseguraron fuentes del aeropuerto.
Agentes de seguridad dieron cuenta de algunos "puntos ciegos" que afectan al complejo aeroportuario: el filtro de tripulaciones, ubicado en el mezzanine de la Terminal 1, donde sólo se puede ingresar con una credencial y uniforme de la compañía; la antigua puerta de acceso denominada Oscar 3 (cerca de la Aduana); la barda perimetral de Cuchilla del Tesoro y la entrada de contratistas.
Así como la puerta de la subestación especial; la barda que se encuentra detrás del deflector metálico ubicado en las cabecera de la pista 05L, y otro más entre la malla y el camino perimetral debajo del aerotrén.
Raúl Zugarazo Landa, coordinador de equipos de seguridad del AICM envió el 21 de octubre de 2013 una "atenta nota" al gerente de Seguridad, Hugo de la Cuadra Mendoza (actual subdirector de Seguridad del AICM), para informarle que el Centro de Gestión Aeroportuario (CGA) de la Terminal 1 se encontraba por encima de su vida útil, pues los fabricantes de los equipos que la componen dejaron de producir las refacciones.
En ese documento le informó que el sistema de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) contaba con ocho cámaras "apagadas" y dos grabadores inoperativos, lo cual dejó sin grabación a 30 cámaras.
En 2014, el propio Hugo de la Cuadra, aún como gerente de Seguridad, envió el oficio 0031/14 al entonces subdirector, Manuel del Riego de los Santos, de las fallas en el CCTV por falta de mantenimiento.
Proyectos sin aterrizar
En septiembre de 2012 el AICM anunció la compra de 746 cámaras fijas de alta definición para reemplazar 449 cámaras análogas en la Terminal 1, compradas en 2000, y otras 430 digitales de la Terminal 2, adquiridas en 2007, cuando fue inaugurado ese inmueble.
Ese proyecto lo detonó el enfrentamiento entre policías federales en la zona de comida rápida de la Terminal 2 en junio de 2012, cuando se denunció que las cámaras no grabaron el punto de la balacera, donde fueron asesinados tres agentes por un problema de tráfico de drogas.
Pero el plan de compra, que sumaría más de 2 mil cámaras para la terminal, no se concretó.
Fuentes aeroportuarias aseguraron que se debió a dos factores: uno, que el Aduanas México firmó un convenio con el AICM y la Policía Federal para que el SAT entregara un paquete de unas 900 cámaras con tecnología de punta para instalarlas en el Aeropuerto con la condición de que se le compartiera imágenes del recinto fiscal, el carreteo, zona de revisión de maletas y salas de última espera.
Así que el AICM no invirtió en las cámaras y el dinero que tenía considerado para la videocámaras fue destinado a otras áreas, como el aerotrén y equipo para los bomberos de la terminal.
El cambio sexenal también frenó ese proyecto, por lo que el AICM se quedó con las mismas cámaras y "puntos ciegos".
Las nuevas autoridades del AICM, según fuentes que laboran actualmente en la terminal, intentaron cambiar todo el sistema de videovigilancia, pero para beneficiarse con los contratos, pero al ser aplicados los exámenes de confianza en 2013, dejaron sus cargos.
Hugo de la Cuadra, quien como gerente de Seguridad advirtió y fue alertado de una considerable cantidad de fallas ante la renovación de licencias en varios operadores del Centro de Gestión Aeroportuaria, ascendió como subdirector de Seguridad del AICM.
En el oficio 0031/14, fechado en enero de 2014, detalló que las cámaras de la 304 a las 306, la 318, 319, 328, 331, 342, 344, 347, 348, 353 y 418 tenían fallas en sus módulos por desgaste.
Esos equipos apuntan a zonas del estacionamiento, escaleras de la terminal y bandas de equipaje en la Sala F.
Las cámaras de Cárcamo 6, cuarto de máquinas y la entrada del Centro de Control Operativo también fallaron por fin de vida útil y daños por filtración de agua.
En una carta enviada a este diario el 15 de septiembre, la Policía Federal indicó que cuenta con un Centro de Monitoreo desde el que se observa todo lo que ocurre en las Terminales 1 y 2 a través de más de 700 cámaras de seguridad, cifra menor de aparatos de vigilancia a la reportada por el AICM, que es de mil dos.
Al aeropuerto se le solicitó información sobre el número de cámaras instaladas operantes e inoperantes.
"La divulgación de dicha información representa un riesgo debido a que las cámaras, su ubicación y operatividad forman parte de los medios con los que cuenta el AICM individualmente o como parte de un sistema para evitar que se introduzcan armas, explosivos y otros artefactos, objetos o sustancias peligrosos que puedan utilizarse para cometer actos de interferencia ilícita en la aviación civil, sus instalaciones y sus servicios", respondió el 22 de septiembre Roberto Sánchez Herrera, gerente de Información y Evaluación y secretario técnico del Comité de Información.
Descuidan seguridad en perímetro
Ante la falta de vigilancia, un joven de 17 años logró brincar la barda trasera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y llegar hasta las pistas, donde fue interceptado.
El capitán de un avión que se encontraba en las pistas de rodaje fue quien dio aviso a las autoridades de la terminal aérea.
El joven fue identificado como Alejandro Nava y su incursión al AICM se reportó a las 7:30 del martes 20 de octubre.
REFORMA dio a conocer en septiembre que el patio trasero de la terminal es tan vulnerable que hasta indigentes han sido encontrados en las pistas.
Trabajadores del AICM aseguraron que en la zona norte de la terminal hay dos accesos que llevan directo a las pistas, uno clandestino y otro que carece de medidas estrictas de seguridad.
Esas entradas reportan un movimiento descontrolado de personas y vehículos.
Además, la barda perimetral que divide la zona federal del AICM con la calle, en la Vía Express Tapo, ha sido constantemente perforada.
En un recorrido se contabilizaron una veintena de parches hechos con bloques de concreto, y es notorio que los huecos dejados por los intrusos en la valla metálica han sido remendados con alambre.
En una respuesta de información, el AICM afirma que mantienen una vigilancia permanente y recorridos en toda la terminal, además de contar con un sistema de visión nocturna para la detección de intrusos.
La Policía Federal también respondió en una carta que la seguridad no ha sido descuidada.
